Desilusión de cuatro sentidos

El quinto se quedó durmiendo, y esperó a que lo despertasen para comenzar a romper su entorno. Así fue que ya no oyó, ya no escuchó, no olió, ni distingió más gustos... ahora sólo siente con sus manos lo que el tiempo le ofrece, y lo disfruta en carne propia.

lunes, 28 de febrero de 2011

Poema para vos.

Tal vez no te vea hace mucho tiempo
y del tiempo se caigan los poemas.
Tal vez por eso hoy te escribo
porque el aire ya tiene demasiados papeles
y yo, una pluma con tinta en la mano derecha.
Tal vez después de escribirte me leas y me repitas
y después de unas horas (cuando vea el reloj) me entere.
Hoy escribo porque mañana voy a tener más ganas de escribirte
y de alguna forma quisiera hacer más y más grandes estos renglones.
(Pero no lo voy a forzar.)
Te escribo porque tengo ganas de hacerlo,
porque me gusta imaginar tu sonrisa.

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