El quinto se quedó durmiendo, y esperó a que lo despertasen para comenzar a romper su entorno. Así fue que ya no oyó, ya no escuchó, no olió, ni distingió más gustos... ahora sólo siente con sus manos lo que el tiempo le ofrece, y lo disfruta en carne propia.
miércoles, 16 de febrero de 2011
Crítica constructiva, amor en tiempos modernos, silencio, suicidio y marginación y nueve historias de terror cortas.
Tu esternón suele ser la más clara muestra de la hermosura, pero tus ojos... tus ojos me enceguecieron, me robaron el alma treinta y siete veces.
Después de tantas palabras un trago de agua calma la vida.
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