Desilusión de cuatro sentidos

El quinto se quedó durmiendo, y esperó a que lo despertasen para comenzar a romper su entorno. Así fue que ya no oyó, ya no escuchó, no olió, ni distingió más gustos... ahora sólo siente con sus manos lo que el tiempo le ofrece, y lo disfruta en carne propia.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Preguntas frecuentes (TOMA 3 y 4)

Ante todo le pido disculpas, en verdad no sé el por qué, pero lo hago, lo más probable es que sea por estar robando su tiempo. Es importante hacer esto, porque de otra forma correría riesgo de pasar por un posible estafador, un oportunista vulgar. Lo acompaño con una mirada de confianza entregada previa a continuar la conversación, ya que de esta manera el transeúnte se dispondrá a oírme. Con un tono cuestionador pero amable a la vez, formulo la pregunta (que es la base de todo este formalismo) ¿La parada del 168? Lo cual podría llevar a su contra pregunta, que sería más o menos así: ¿A dónde querés ir pibe? A lo cual uno, a pesar de haberlo tratado de usted, tendrá que conformarse con un pibe, o un simple vos. A pesar de la posible disconformidad no queda más que responder "Belgrano". Todo para reducirse a "Caminá derecho por esta, la segunda es Sarmiento, ahí tenés la parada en la esquina".
"Muchas gracias", hasta luego o hasta nunca es siempre lo mismo, caminé dos metros y medio y ya olvidé la cara de ese hombre.

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