Ya se cae porque hay demasiado de todo eso
tanto, tanto
como había de esos que ya no existen
pero había.
Y se rompía…
Y todo se había roto,
ya estaba roto.
Pero caía de tu mano, de tu cara
de mi y de vos
brotaba como alegría pero con forma extraña
en el corazón de ellos.
Pero siempre se caía.
De todas formas, ahí estábamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario