Desilusión de cuatro sentidos

El quinto se quedó durmiendo, y esperó a que lo despertasen para comenzar a romper su entorno. Así fue que ya no oyó, ya no escuchó, no olió, ni distingió más gustos... ahora sólo siente con sus manos lo que el tiempo le ofrece, y lo disfruta en carne propia.

jueves, 25 de abril de 2013

Besos en el cuello

A veces a vesos nos decimos lo que las palabras no comprenden, la historia de amor que no saben contar. No creo que las palabras sirvan para expresar amor, tal vez se acerquen, sean casi precisas, pero nunca justas. Te amo hasta, te amo desde; si te amo, te amo. Sin limites, sin fronteras, el amor no tiene fin, no tuvo comienzo, se hace infinito, se recicla, se mimetiza con nuestros labios. Te amé tal día, supe que te amaba, pero no comencé a amarte, simplente pasó, y fue hermoso. A veces a vesos crecemos juntos. Nos decimos con acciones lo que no podemos explicar. Te explico que te amo pero no entendés, te miro a los ojos con el fuego del alma y decís que vos también. Quiero que a vesos entiendas lo que siento, porque el amor no es sólo una poesía, verte dormir o sentirte mía. Es florecer junto a vos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario