Desilusión de cuatro sentidos

El quinto se quedó durmiendo, y esperó a que lo despertasen para comenzar a romper su entorno. Así fue que ya no oyó, ya no escuchó, no olió, ni distingió más gustos... ahora sólo siente con sus manos lo que el tiempo le ofrece, y lo disfruta en carne propia.

martes, 23 de abril de 2013

Recuerdos.

Ya no hay algo tuyo
Ni algo mío tampoco.
Éramos, éramos algo
Pero ya nada me recuerda mi gran sonrisa
Ya nada es importante, ya nada es efectivo.

Te busco como siempre
Como cada mañana al lado mío,
Y soy conciente, ya no estás
Ya tus ojos son memoria.

Son el sueño más diario,
Los que busco en cualquier lado,
Ya tus ojos son memorias
Que se agolpan en mi almohada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario