Desilusión de cuatro sentidos

El quinto se quedó durmiendo, y esperó a que lo despertasen para comenzar a romper su entorno. Así fue que ya no oyó, ya no escuchó, no olió, ni distingió más gustos... ahora sólo siente con sus manos lo que el tiempo le ofrece, y lo disfruta en carne propia.

miércoles, 22 de mayo de 2013

Modales

Por respeto, creo, voy a pedirte enamorarme de vos. Voy a pedir permiso para llorar por tu ausencia y alegrarme al verte sonreír. Y es que tal vez tenga ganas de amarte, pero muchas más de enamorarme, de sentir el aroma de tu espalda mientras dormimos, de morderte el cuello sin compromiso, de enredar mis dedos con los tuyos, de sentir tus pechos sobre mi cuerpo, de cerrar los ojos mientras ya no sabemos cómo respirar.
Y celarte sin tu permiso, y sufrir al saber que no me amás... Voy a pedirte permiso para enamorarte sin lograrlo.

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