Desilusión de cuatro sentidos

El quinto se quedó durmiendo, y esperó a que lo despertasen para comenzar a romper su entorno. Así fue que ya no oyó, ya no escuchó, no olió, ni distingió más gustos... ahora sólo siente con sus manos lo que el tiempo le ofrece, y lo disfruta en carne propia.

martes, 28 de mayo de 2013

Dimensiones

Incluso nunca, en general es un ratito -nunca voy a amarte-, tal vez lo pienses, lo evalues, va a pasar por tu cabeza como las mariposas pasan por la vida, y después te vas a dar cuenta que nunca fue un ratito especial, en tu cabeza, y en un recuerdo que en realidad nunca tuve.

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