Desilusión de cuatro sentidos

El quinto se quedó durmiendo, y esperó a que lo despertasen para comenzar a romper su entorno. Así fue que ya no oyó, ya no escuchó, no olió, ni distingió más gustos... ahora sólo siente con sus manos lo que el tiempo le ofrece, y lo disfruta en carne propia.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Dibujos

De lindos trazos, sobre un papel cualquiera, uno que sobraba del montón. Dibujé algunas aproximaciones a ideas, algunas frases, algunas palabras… que no eran para vos, pero de todas formas accediste a leer, simplemente porque querías hacerlo.
A punto de morir el núcleo principal de la gran historia, doy un último respiro y te agradezco.

16/09/2010
Dedicado a Martina Garibaldi

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