Desilusión de cuatro sentidos

El quinto se quedó durmiendo, y esperó a que lo despertasen para comenzar a romper su entorno. Así fue que ya no oyó, ya no escuchó, no olió, ni distingió más gustos... ahora sólo siente con sus manos lo que el tiempo le ofrece, y lo disfruta en carne propia.

miércoles, 30 de junio de 2010

Intitulado

Un primerísimo primer plano de este mundo golpeado. Ni el mundo, ni la vida, ni las cosas en sí mismas son crueles, somos nosotros quienes decidimos cagarle al vida a los demás.

¿Y esa chica me gusta? Y sólo yo puedo romperle las pelotas para que me vea… ¿Le cago la vida? Realmente no lo creo, sólo altero el “orden lógico” de los hechos.




Y sólo un renglón separa ambas posturas.

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